GARRAPATAS Y BORRELIOSIS DE LYME

Epidemiología

Las garrapatas están muy extendidas y se encuentran sobre todo en la hierba, los arbustos y la hojarasca. A la espera de un huésped adecuado, se adhieren a la ropa o directamente a la piel en cuanto se presenta la oportunidad. En Alemania se conocen unas veinte especies de garrapatas, siendo la garrapata común (Ixodes ricinus) la que con más frecuencia ataca a los humanos. Aunque las garrapatas solo suponían un peligro durante los meses de verano, ya que solían hibernar durante los meses de invierno, en la actualidad están activas durante todo el año debido a los inviernos más suaves.

Las picaduras de la garrapata no serían problemáticas por sí mismas si no fuera porque suelen ser portadoras de bacterias (las que provocan borreliosis) y virus (los patógenos de la meningoencefalitis, TBE). En ocasiones, aunque muy raras, también pueden transmitir otras enfermedades como la babesiosis, la erliquiosis, la rickettsiosis o la neoerliquiosis.

 

Según el Instituto Robert Koch, entre el 10 % y el 35 % de las garrapatas están infectadas con borrelia. Como los patógenos se encuentran en el intestino de la garrapata común, la garrapata tiene que alimentarse de su huésped durante unas 12 horas hasta que se los pueda transmitir a través de la saliva. En Alemania, entre el 2 % y el 6 % de las personas que han sido picadas por una garrapata están infectadas con borrelia. La infección de las garrapatas con virus TBE es muchísimo menos frecuente. En las zonas de riesgo TBE de Alemania, son portadoras del virus entre el 0,1 % y el 5 %, especialmente en zonas de Baviera y Baden-Wurtemberg.

Garrapata

Clínica y diagnóstico

¿Cómo puede ayudar un examen con el dermatoscopio?

Una vez detectada la garrapata, hay que quitársela lo antes posible o pedirle a un médico que nos la quite.

Pero a veces, no es tan fácil como parece: por un lado, los pequeños fibromas irritados que se suelen encontrar en los lugares preferidos por las garrapatas, como el cuello, las axilas o las ingles, pueden ser difíciles de distinguir de las garrapatas pequeñas. En este caso, un examen dermatoscópico en la consulta del médico puede ayudar a establecer el diagnóstico correcto.

Por otro lado, una vez retirada la garrapata, es posible que queden restos de su aparato bucal dentro de la piel. En sí mismo, esto no es peligroso en lo que respecta a las enfermedades contagiosas transmitidas por las garrapatas, pero puede dar lugar a una fuerte reacción infecciosa que puede requerir terapia localizada. Con la ayuda de un dermatoscopio, el médico puede extraer estos restos con unas pinzas para astillas o un pequeño punzón.

Una vez extraída la garrapata, se debe vigilar el lugar de la picadura durante algunas semanas. Existe la posibilidad de enviar la garrapata un laboratorio para que la analicen y comprueben si es portadora de borrelia. Sin embargo, este procedimiento es controvertido. Cuando se toman muestras de sangre para la detección de anticuerpos, debe quedar claro que se necesita tiempo para verificarlos.

Marca de picadura de garrapata

Por lo tanto, el cuadro clínico es el principal factor de diagnóstico: la borreliosis de Lyme se manifiesta casi siempre al principio como una infección localizada de la piel, el eritema migrans. Suele aparecer como un enrojecimiento de varios centímetros de diámetro que se extiende de forma centrífuga en torno al punto central de la picadura. Debido a la levedad de los síntomas, está eflorescencia cutánea suele pasar desapercibida o ser apenas visible, por ejemplo, en el cuero cabelludo de los niños.

Se puede producir una diseminación hematógena de las borrelias que suele ir acompañada de un cuadro clínico similar al de la gripe. En un curso posterior, también pueden verse afectados otros órganos y, sobre todo, el sistema nervioso y las articulaciones.

Fuentes:

  • Guía AWMF de la Asociación Dermatológica Alemana, Grupo de Trabajo de Infectología Dermatológica;
    Manifestaciones cutáneas de la borreliosis de Lyme
  • Sociedad Alemana de Borreliosis Orientaciones